En nuestro blog hemos hablado mucho, y lo seguiremos haciendo, acerca de la rentabilidad, de cómo incrementar la misma y de la evidente relación existente entre ésta y la capacidad competitiva de nuestra empresa.
En este artículo queremos hablar, más allá de ratios y kpis, de algo mucho más sencillo: cómo mejorar la rentabilidad de mi negocio sin estrategias de reducción de gastos, sin políticas de crecimiento, …, simplemente aportando más valor a mis clientes.
El valor añadido que una empresa aporta a sus clientes es, de hecho, en términos económicos, el margen bruto que ésta debiera obtener, por lo que dejemos de concentrar nuestros esfuerzos empresariales en otras estrategias y, simplemente, analicemos qué quieren nuestros clientes, y cómo, y tratemos de dárselo, aportándoles ese valor: tenemos que preguntar a nuestros clientes, escucharles, conocerles, darles más por menos, …
Y dentro de esta reflexión estratégica, las nuevas tecnologías, el mundo digital, el big data, nos proporcionan herramientas muy poderosas para conocer mejor a nuestros clientes y darles un mayor valor añadido.
Nuestros clientes ya no quieren comprar nuestro producto o recibir el servicio que les prestamos, quieren más, quieren experimentar, disfrutar, emocionarse, …: ¿seremos capaces de afrontar este reto?..., seguramente, para ello, debamos empezar por transformar nuestras propias organizaciones, redimensionando el “core” de nuestro negocio y recordando que nuestros clientes son el principio de todo.